domingo, 29 de marzo de 2020


INSTITUCION EDUCATIVA SAN MARCOS.
TALLER DE ANTROPOLOGIA FILOSOFICA.
UNDECIMO GRADO: FECHA DE INICIO 18 de mayo—FECHA DE FINALIZACION 23 de mayo de 2020.
LIC. RUBER ENRIQUE LEDESMA ARROYO Y CARLOS VIDEZ
ESTÁNDAR BÁSICO DE COMPETENCIAS:
Comprende a partir de argumentos el problema de hallar un fundamento sólido a nuestras pretensiones de conocimiento y el problema te establecer los alcances de nuestras capacidades de conocer
COMPETENCIA (S). Analiza los planteamientos de la antropología filosófica con base en la lectura de textos, teniendo en cuenta su historiografía y su influencia en la historia de la filosofía hasta nuestros días
DBA. Capacitar a los estudiantes para reconocer los contenidos, representantes de la antropología filosófica.
DESEMPEÑO: Planteo los alcances de la filosofía analítica.
TALLER 1   
¿Qué es la antropología?

En nuestra vida cotidiana solemos calificar los comportamientos negativos de algunas personas como propios de animales. Por esta razón, llamamos “animal”, por ejemplo,  a una persona que golpea a otra en un arranque de furia; a alguien que maneja su carro de manera irresponsable  o a alguien que arroja basura a la calle o destroza un bien común. La crítica a estos comportamientos obe­dece a que consideramos que somos seres racionales, que pensamos y tenemos capacidad para decidir y para actuar de acuerdo con unas normas establecidas por la sociedad.

Por oposición al comportamiento que consideramos “ani­mal”, a menudo nos sorprendemos con algunos compor­tamientos de animales que consideramos humanos. En estos casos decimos que esos animales son inteligentes. Podemos concluir, entonces, que consideramos que la inteligencia es exclusiva de los seres humanos.

Pero, además de inteligencia, ¿qué tenemos los seres humanos que nos distinga de los animales? Cuando pen­samos en la muerte, necesariamente la asociamos con la idea de cielo e infierno, y con el hecho de que tenemos un alma. Y nuestra inquietud fundamental es:

¿A dónde vamos después de morir?, ¿al cielo?, ¿al infier­no? O ¿a dónde va nuestra alma?

La pregunta de fondo que subyace a todos estos cuestionamientos, es en realidad: ¿Quiénes somos? ¿Para qué está el ser humanos en el mundo? La antropología es una discipli­na que centra su investigación en tratar de contestar estos interrogantes. Pero resulta muy difícil llegar a algo que ver­daderamente logre definir una especie tan problemática como la humana. Estos intentos de comprensión se ven tra­ducidos en diversas ramas de la antropología que se ocupan de diferentes aspectos de la pregunta por el hombre: por ejemplo, la antropología cultural, que estudia los aspectos del hombre que lo determinan por su lenguaje y tradiciones; la antropobiología o antropología física, que se ocupa del hombre en cuanto especie biológica; y como éstas, otras dis­ciplinas que se concentran en diversos aspectos de lo que sig­nifica ser un hombre.

El descubrir un aspecto de la esencia humana, bien sea desde la biología, la sociología, etc., conduce al error de creer que tales aspectos son la explicación de la totalidad de lo que somos, dejándonos con la comprensión de apenas un pequeño fragmento. Pero ¿acaso en algún momento podre­mos descubrir algo que pueda distinguir a esa totalidad?

La antropología filosófica y la filosofía

Toda la filosofía es, de algún modo, antropología, pues se ocupa de cómo conoce el hombre, de qué puede hacer el hombre y por qué debe hacerlo. Sin embargo, se habla de antropología filosófica cuando se trata explícitamente de las preguntas que cuestionan lo que es propio y espe­cífico del hombre: ¿qué constituye al hombre? ¿Qué per­sigue? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Para qué está en el mundo una especie como la humana?

El concepto de hombre ha evolucionado con el paso del tiempo. Veamos.

Sócrates. Con este filósofo se inicia el llamado perío­do antropológico, que es en el que se empieza a poner al hombre como tema central de la reflexión filo­sófica. Para Sócrates, el hombre es un compuesto de cuerpo y alma. El alma es un ser inmaterial que está dentro de nosotros, que no es perceptible por los sen­tidos. Esta alma es racional y es sinónimo de inteligen­cia. La inteligencia es lo que nos permite decidir nuestra conducta, que, para él, es lo más importante en el hombre. Nuestras decisiones son el resultado de nues­tros conceptos, es decir, de lo que conozcamos del bien y del mal, de lo justo y lo injusto, y de ellas depende nuestra felicidad. La felicidad es lo que busca el hom­bre y la práctica de la virtud es lo que nos lleva a ella. Su contrario es la ignorancia, que es la enfermedad del alma que conduce a la desgracia,

Platón. El alma nos permite conocer la esencia de las cosas. La relación con el cuerpo es violenta y accidentada, ya que el alma ha caído en el cuerpo, que es su limitante. En la medi­da en que las dos sustancias, alma y cuerpo, no com­parten una naturaleza común, su relación mutua tiende a ser de conflicto.

Aristóteles. Rechaza el dualismo planteando un hom­bre como una sustancia única constituida por dos prin­cipios incompletos que no podrán existir separados. Para él, el hombre es un animal racional que tiene todas las funciones propias de los animales y que tiene una característica distintiva que es la razón. Esta racionalidad tiene una doble función; una práctica y otra teórica. La teórica tiene como objeto de conocimiento la esencia de las cosas y la práctica el conocimiento del cómo actuar correctamente.

ACTIVIDADES:
1.       Defina con sus propias palabras qué es y en qué consiste la antropología filosófica.
2.       Enumere y explique con sus palabras las características del hombre como ser biológico.
3.       Señale cinco rasgos culturales del hombre.
4.       Exponga las diferentes opiniones sobre la importancia de la antropología filosófica. Resuma las conclusiones por escrito.


Desarrolla las actividades siguientes a  partir del siguiente texto:

“El alma, pues, siendo inmortal y habiendo nacido muchas veces, y visto efectivamente todas las cosas, tanto las de aquí como las del Hades, no hay nada que no haya aprendido; de modo que no hay de qué asombrarse si es posible que recuerde, no sólo la virtud, sino el resto de las cosas que, por cierto, antes también conocía. Estando, pues, la naturaleza toda emparen­tada consigo misma, y habiendo el alma aprendido todo, nada impide que quien recuerde una sola cosa ―eso que los hombres llaman aprender―, encuentre él mismo todas las demás, si es valeroso e infatigable en la búsqueda. Pues, en efecto, el buscar y el aprender no son otra cosa, en suma, que una reminiscencia”.
Platón, Menón, 81 d.; en Diálogos, tomo II, ed. Gredos, Madrid 1983, p. 302

1.  Explica los siguientes términos:
a) “virtud”
b) “reminiscencia”
2. Explica cómo se relaciona la idea del alma inmortal que aparece en el texto con la antropología platónica


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