miércoles, 31 de octubre de 2012

CATASTROFE ECOLOGICA EN RABÓN


CATASTROFE ECOLOGICA EN RABÓN


Todos los que vivimos en la parte sur del departamento de sucre o de una u otra forma tenemos cualquier contacto con esta zona, sabemos la gran tragedia que viven los habitantes de Rabón y parte de la Mojana. Esta tragedia ocasionada por la ola invernal de los últimos años ha hecho que los ríos Cauca y San Jorge se hayan salido  o roto su cauce inundando grandes extensiones de tierras, que si bien es cierto, en el pasado  también  se inundaban, ahora lo hacen con más intensidad y por mayor tiempo, engendrando nefastas consecuencias para la población la cual en gran número tiene que desplazarse después de perder todos sus enseres, cultivos y animales como vacas, gallinas, cerdos, pavos, perros, gatos, entre otros que le garantizaban su subsistencia.


Los medios de comunicación y redes sociales han informado al país y al mundo de estos hechos a los cuales se anexan las millonarias pérdidas económicas que han sufrido el gremio de los arroceros que cultivan en esta región y de ganaderos o gamonales cuyas reces pastan   en temporada de sequia en sus bastas haciendas, hoy anegadas o bajo las contaminadas aguas de los ríos Cauca y San Jorge. 

Ahora bien, esta lamentable situación como lo anote anteriormente es conocida por el país, ya que los interesados, principalmente los arroceros y ganaderos la han pregonado a los cuatros vientos pidiendo ayudas a los entes gubernamentales pertinentes y a mi juicio  lo veo bien y justo; pero de lo que nadie habla, hace referencia o denuncia es el gran daño ecológico de esta zona; es una calamidad a gran escalada lo que  acontece con la flora y la fauna, lo cual va a traer en un futuro no muy lejano graves consecuencias no sólo para la región y Colombia, sino para el equilibrio ambiental del mundo y el bienestar de la humanidad. Son ciento de  miles de árboles que han muerto y están muriendo es su propio hábitat,  lo cual a simple vista demuestra que ha sido  alterado el equilibrio de su medio. No aventuro a señalar una cause especifica, lo que sí es cierto es que a nuestros ojos se abre un horizonte dantesco de miles y miles de arbustos y árboles muertos los cuales  conocemos en esta región con el nombre de robles, ceibas, higuas, polvillo, higos, mangles de agua dulce, pimienticos, latas, sapatosas, guaraperos y frutales como mangos, sapotes, guamo, cocoteros, nísperos, mamones, plátanos, y muchas más especies que a su vez son anfitrionas de epífitas, helechos, musgos, parasitas, bejucos, trepadoras, etc. Vale la pena hacer el ejercicio de pensar ¿cuántas toneladas de oxígeno dejaron de producir estos árboles? ¿Cómo afectará la temperatura o el clima de esta región?  ¿Sin árboles que cantidad de lluvias nos espera para el futuro? ¿Cómo será el comportamiento de los vientos sin árboles  que le hagan resistencia? ¿Aumentará la temperatura del agua? ¿Cuál es la real importancia de los árboles para las diversas formas de vida del planeta, incluida la humana?


Además no podemos perder de vista que estos árboles que se secaron o que inexorablemente están muriendo sirven de alimentos, posaderos o lugar de anidamiento de muchas aves, mamíferos, reptiles e insectos. Para tratar de dimensionar este aspecto cabe mencionar la biofauna que necesita de estos árboles y que junto con ellos están desapareciendo y desaparecerán como el titi, los micos cariblanca, las marimondas, el mono aullador o cotú, las ardillas, iguanas, boas y otras serpientes, lagartijas, pasa arroyos o basiliscos; también necesitan de ellos las garzas reales, garzas morenas, garcetas, chavarries,  picingos, barraquetes, gavilanes, palomas, chichas frías (atrapamoscas), toches, golondrinas, guacharacas, Martín pescador, azulejos, canarios, oropéndolas, loros, coquito,  cotorras, pericos, patos silvestres, halcones, cheques, pollo netas, cocineras, carraos, yuyos, carcas, vacos, murciélagos, goleros, lauras y el mayor ave zancuda del mundo el coyongo o garzón (recordemos que Colombia es el país con mayor diversidad de aves en el mundo). También estos árboles fueron el hogar de muchos insectos como abejas, avispas, mariposas, grillos,  escarabajos, gusanos y arañas de muchas especies.
Indudablemente la causa de esta tragedia ecológica está en el agua el cual también es hábitat de  otras especies de flora y fauna  y que pueden correr la misma suerte si no se soluciona cuanto antes el problema. No quiero imaginar estos humedales sin taruya, sin tapón, sin hierba de chavarri, sin tripa perro, sin algas,  sin bijao lengua de vaca, sin lanve lanve, sin lechugas acuáticas y por último  el aumento de la temperatura del agua, sin el color de las sardinas, los bagres, lisos, varbú, cachegua, comelón, chango, babillas, mayupas, tacanes, hicoteas, rayas, entre otras especies acuáticas.  


¿Qué será de esta región una de las más fértiles y con mayor biodiversidad del mundo, sin el policromado verdor de la vegetación, sin el sombrío de los grandes árboles, sin el celestial canto y colorido de las aves, sin el sofocante silbar de los insectos,  sin la hermosa lila de la taruya y por último, sin el destellante reflejo  plateado o dorado de la aleta de un pez?




No quiero parecer como un vulgar agorero, pregonero de tragedias, anunciador de males o castigo; pero ya la tragedia a comenzado para los habitantes de esta región y mucho más para estos frágiles ecosistemas, que a pasos agigantados  se acercan a su arrasador apocalipsis; si el estado colombiano a través de sus entes de planeación y ambientalista no intervienen con políticas serias en esta región.

RUBER ENRIQUE LEDESMA ARROYO.